Hay ausencias perdidas en la historia.
Pero hay otras que de tanta densidad
son "presencia constante".
Desgarran el alma con su belleza inconclusa,
descubren la fuente de las lágrimas.
Mis palabras se hacen sangre,
porque al no poder acariciarte con ellas
se mezclan con mi savia,
hasta volver a su torrente.
Estás en mi memoria latente,
en mi corazón de barro.
¿Te rozarán mis letras,
escritas con pedazos de mi alma?
2 comentarios:
Hay algo lindo en estos versos.....
Saludos cordiales, Norberto
El verdadero amor no requiere sino del sentimiento. Se puede pasar una vida sabiendo donde está y sin poder concretarlo, pero esto no debiera traer lágrimas sino sonrisas.
Con toda mi comprensión
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