jueves


Hay ausencias perdidas en la historia.
Pero hay otras que de tanta densidad
son "presencia constante".
Desgarran el alma con su belleza inconclusa,
descubren la fuente de las lágrimas.

Mis palabras se hacen sangre,
porque al no poder acariciarte con ellas
se mezclan con mi savia,
hasta volver a su torrente.


Estás en mi memoria latente,
en mi corazón de barro.
¿Te rozarán mis letras,
escritas con pedazos de mi alma?