La literatura es la capacidad del hombre de encontrarse a sí mismo y de expresarse más allá de las épocas y los tiempos.

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El crítico de arte debe contar con la humildad de reconocer que accede a la obra desde presupuestos intelectuales que no siempre dan con el "secreto" de la belleza. Esa esencia secreta, esa sustancia profunda, es sólo captable cuando nos abrimos desde nuestro propio secreto, la clave de nuestro centro más hondo.
Lo fundamental es el intento de sentir aquello que la obra interpreta de nosotros mismos.
Ese extraño dolor de la sensibilidad profunda y solitaria es la única que concede la desazón de la belleza inaferrable. Eduardo, "Escritos sobre Sor Juana Inés de la Cruz"

El pequeño barro a veces reseco de la vasija del corazón
es lo único que le importa a la gracia de Dios
para obrar en las debilidades humanas.
Por todos los resquicios del alma se cuelan las gotas de sudor,
lágrimas y sangre que la gracia destila a su tiempo...

En el reloj de arena del desierto de Dios cada granito
cae a su debido tiempo para volverse un vergel en promesa... Eduardo

La poesía es el alma

de la existencia sentida.

Fluye como manantial virgen

e inunda las resecas zonas de la vida.

Es irresistible.

Conocerla, sublime agonía.

Expresarla, liberación inmortal.

Nada humano se le escapa.

Todo lo expresa y simboliza...

La belleza en la música...

La voz oculta. Diálogos teológicos acerca de Mozart es, en suma, una invitación a descubrir la profunda dimensión de vida que la música es capaz de encender en los corazones humanos. Y un llamado a comprender que la suprema virtud del arte musical es expresar lo inexpresable o, mejor aún, alimentar el vínculo, siempre latente, entre lo natural y lo sobrenatural.

Los autores de este bellísimo libro -escrito originariamente en francés y presentado ahora en versión castellana- viven en continentes distintos. Claire Coleman, escritora y música, reside en París. Fernando Ortega, doctor en Teología y profesor de la Universidad Católica Argentina, vive en Buenos Aires. Pero comparten una profunda convicción: ambos creen que existe en la música de Mozart un secreto que vale la pena explorar. Y consideran que ese secreto tiene que ver con una fuente misteriosa u oculta de felicidad, que va más allá del caudal de belleza que nos puede llegar a deparar una determinada partitura musical.

Domingo 28 de Mayo de 2006 Comentario hecho por Bartolomé de Vedia en: www.lanacion.com.ar/herramientas/printfriendly/printfriendly.asp?origen=diario&nota_id=809403

Vale la pena leer este excelente libro. La experiencia de la música crea espacios interiores que nos descubren a nosotros mismos como inconmensurables, como seres habitados por una Belleza que nos trasciende.

Fernando Ortega también tiene publicada su tesis doctoral "Mozart, luz y tinieblas" Excelente obra.

"Por poesía no entiendo ese arte particular que

consiste en escribir versos, sino un proceso más

general y más primario: el de intercomunicación

entre el ser íntimo de las cosas y el ser

íntimo del yo humano..." J. Maritain

"Les propongo, entonces, con la gravedad de las palabras finales de la vida, que nos abracemos en un compromiso... sólo quienes sean capaces de sostener la utopía, serán aptos para el combate decisivo, el de recuperar cuanto de humanidad hayamos perdido". Antes del Fin

E. Sábato

"A pesar de las atrocidades ya a la vista, el hombre avanza perforando los últimos intersticios donde se genera la vida."

"Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil."

"La razón no sirve para la existencia"

www.literatura.org/Sabato/ESensayos.html

Gran pensador argentino. Es interesante conocer su obra y

evaluar su camino. Tiene mucho que decir a las búsquedas existenciales...

No soy yo la que pensáis,
sino es que allá me habéis dado
otro ser en vuestras plumas
y otro aliento en vuestros labios.

Sor Juana Inés de la Cruz

www.cervantesvirtual.com/bib_autor/sorjuana/index.jsp

DE UNA REFLEXIÓN CUERDA CON QUE MITIGA EL DOLOR DE UNA PASIÓN


Con el dolor de la mortal herida,
de un agravio de amor me lamentaba,
y por ver si la muerte se llegaba
procuraba que fuese más crecida.

Toda en el mal el alma divertida,
pena por pena su dolor sumaba,
y en cada circunstancia ponderaba
que sobraban mil muertes a una vida.

Y cuando, al golpe de uno y otro tiro
rendido el corazón, daba penoso
señas de dar el último suspiro,

no sé con qué destino prodigioso
volví a mi acuerdo y dije:
¿qué me admiro?
¿Quién en amor ha sido más dichoso?

Sor Juana Inés de la Cruz

www.poesia-inter.net/indexsji.htm

Mozart: (...) Escucha, pues: Tres semanas ha, volví tarde a casa. Se me dijo que alguien había preguntado por mí. No sé cómo, pero pasé la noche pensando: ¿quién habrá sido? ¿Qué querrá de mí? Al día siguiente volvió de nuevo, sin encontrarme tampoco. Al tercer día estaba yo jugando en el suelo con mi pilluelo. Oí que me llamaban; salí afuera. Un hombre completamente vestido de negro se inclinó cortesmente ante mí, me encargó un réquiem y desapareció.
Aleksandr S. Pushkin«Mozart y Salieri» (1832)