miércoles


Mozart: (...) Escucha, pues: Tres semanas ha, volví tarde a casa. Se me dijo que alguien había preguntado por mí. No sé cómo, pero pasé la noche pensando: ¿quién habrá sido? ¿Qué querrá de mí? Al día siguiente volvió de nuevo, sin encontrarme tampoco. Al tercer día estaba yo jugando en el suelo con mi pilluelo. Oí que me llamaban; salí afuera. Un hombre completamente vestido de negro se inclinó cortesmente ante mí, me encargó un réquiem y desapareció.
Aleksandr S. Pushkin«Mozart y Salieri» (1832)

1 comentario:

Maria Ines dijo...

Qué cosas expresa este arte.
Maravilla es la palabra